domingo, 28 de enero de 2007

Un segundo puede cambiar la vida entera.

Viernes 26 20:00 partíamos a Viña por el fin de semana. En el auto íbamos con mis viejos, mi hermana y una prima. Quería un fin de semana relajado y quería además tomar sol. (Estoy como panrtuca de blanca). Por eso llevaba en el bolso pura ropa relajada de playa y no metí ropa para carretear. Además metí un par de libros, con los que me entretendría mientras tomaba sol.
Pasamos a comer algo en el camino, y como a las 22:30 llegamos al dpto de Viña, ahí estaba mi hermano con un amigo.
Mi hermana, estaba agotada a las 12:00 ya estaba zzzz. Yo tenia sueño también así que tome uno de los libros, leí un par de pagina y me quede dormida.
Exactamente a las 7:15 am suena el celular de mi mamá, yo cuando lo sentí corrí a la pieza, pensando que una llamada a un celular un sábado a esa hora no podía ser para nada muy bueno. Toda la razón. Era para avisarnos que una prima de 27 años que vive en Mendoza había tenido un accidente en auto y que había fallecido. Me quede pálida, no podía llorar solo temblaba. Tomamos el auto y nos fuimos de inmediato a Mendoza al funeral. Vengo llegando hace un par de horas. Por ahora no soy capaz de contar mucho más.
Simplemente pensar en lo afortunada que soy de tener a toda mi familia cerca. Los quiero mucho.