miércoles, 23 de mayo de 2007

En sus brazos...


Llegó a la puerta de su casa, después de un agotador día de trabajo.
No había alcanzado a almorzar, había tenido una pelea con su jefe, a raíz de el presupuesto de la empresa.
En la puerta de la casa, abrió su cartera para sacar las llaves. Típico, siempre tenia la cartera llena de objetos inservibles, y cuando realmente necesitaba algo, tenia que bucear dentro para poder encontrarlo.
Abrió la puerta, entró a la cocina, abrió el refrigerador, Uffff no queda nada ya, mañana alguien tendrá que ir al supermercado.
Lo que quedaba eran unas lechugas, pero parece que ya llevan mucho tiempo. Están podridas.
Camino, hacia el living está el tazón en el que se había tomado su café en la mañana intacto, incluso estaba en concho.
Se dirige a la pieza, la cama estaba sin hacer y la ropa tirada esparcida por toda la alfombra.
Se saca los zapatos de tacos, siente el corazón latir en sus pies adoloridos.
Desde la pieza puede sentir el desagradable clic clic clic, anunciando una nueva gotera en el baño.
Se sienta en la cama, se recoge un poco el pelo, se siente agotada y un poco sobrepasada solo siente ganas de llorar.
Se escucha el sonido de un manojo de llaves, es el. Ella corre y se abalanza a abrazarlo, a depositarse en sus brazos.
El la abraza fuerte, la mira, le corre la chasquilla para atrás y le da un tierno beso en la frente.
No le dice nada, solo la abraza.
De pronto, comienza a dibujarse una sonrisa en el rostro de ella, se siente a salvo.
El mal día terminó, ahora esta con el, y siente que ya no importa que el mundo se caiga a pedazos, ella esta protegida.