jueves, 8 de febrero de 2007

Once upon a time...



En un día soleado, de esos días comunes y corrientes, de esos iguales a todos los otros, una joven señorita decidió ir a dar un paseo. Pero esta vez quería dar un paseo diferente, para cambiar un poco la rutina.
Entonces, caminó hasta el muelle y se subió, a un pequeño bote de madera, cuidando eso si, de no ensuciar su vestido rosado de encajes.
La joven tomó los remos y empezó a remar mar adentro. Traía consigo sólo un catalejo multicolor, se lo había regalado su papá hace muchos años, y la joven lo llevaba siempre a cada lugar que iba.
Cuando ya llevaba un buen rato navegando, deicidio soltar los remos, para descansar un poco.
Tomó su catalejo, y se puso a mirar el paisaje sobre el mar. Miró las aves que bajaban buscando algún pez para comer, vio el cielo azul caer sobre las olas… También vio muy a lo lejos un bote, mucho más grande, que el de ella, de madera, pintado de color azul.
Se dio cuenta que dentro del bote azul, había un hombre, un hombre joven, de tez morena y pelo escuro. El joven estaba semi acostado en el bote, con los ojos cerrados.
La mujer, no lo podía creer, sintió que había visto al hombre de sueños, era una sensación inexplicable, simplemente sabia que era él.
Decidió acercarse con su bote de madera, parecía que no estaba muy lejos del bote de color azul. Remo un poco, cada vez estaba mas cerca. Seguía siempre con su catalejo mirando en dirección al joven.
Mientras remaba se dio cuenta que el joven despertó de su descanso, se había incorporado al bote y miraba hacia el horizonte. De un momento a otro desvió su mirada hacia ella. Ambos cruzaron las miradas, ella, tímidamente bajo la suya, el la miraba aun mas penetrante.
Los botes estaban ya muy cerca, cada vez mas hasta que llegaron a juntarse. Él le ofreció su brazo, ella acepto y fue con el a su bote.
No se conocían, nunca antes se habían visto, ella no sabia nada de el ni el de ella. Sólo sabían que en ese momento estaban juntos en medio del mar, sabían que se deseaban el uno al otro.
Ella no sabia si lo volvería a ver alguna vez, él tampoco sabia si la volvería ver a ella, sin embargo, se miraron a los ojos, y se basaron durante mucho rato.
Quizás se volvieron a ver, quizás no… Pero ese día se amaron y desearon con locamente.