miércoles, 4 de abril de 2007

Amiga incondicional


El otro día hice el siguiente ejercicio:


Intentar salirme de mi misma y verme como si fuera “una amiga”
Ufff me di cuenta que muchas veces soy muy dura conmigo misma, que vivo criticándome, que no acepto que me puedo equivocar, que no me doy los suficientes abrazos, y que no me regaloneo lo suficiente.
Me di cuenta de que si yo fuera mi amiga, no estaría todo el día diciéndome que estoy fea, ni que con todo lo que me pongo me veo mal. Probablemente tampoco me importaría tener un par de kilos de más… Me querría exactamente igual.
Seguramente iría a mi casa y me llevaría un regalito para subirme el animo. O me invitaría a pasear para distraerme.
No estaría todo el día criticando lo que hice mal o lo que no hice… Al contrario… me diría: Bueno amiga, no es tan terrible lo que pasó, pasó, ahora a dar vuelta la pagina.
Conociéndome, me diría, amiga, acuérdate siempre que te quiero mucho y que siempre puedes contar con migo para lo que necesites.
Que extraña sensación… Quizás debería acercarme más a mi misma desde la amistad sincera e incondicional.